Hoy se ha sincerado incansable viajero,
varado en la pluma de un poeta vive,
llegando a destino recorre invisible
la lucha perdida por un amor pleno.
Hoy su oscura esencia es algo complejo
porque la razón, al miedo proclive,
negó lo innegable y negar lo que existe
al final de cuentas no es tocar el cielo.
Hoy es cabizbajo, el sol más austero
y el verso más triste que el poeta escribe,
es celaje manso, su latir persiste,
su ropa andrajosa la guardo en mi pecho.
Hoy que no lo escondo, tal vez sin su velo,
entre tantas rocas yo lo desestime,
tal vez sin su sombra el sol me redime
y en las tardes tibias derrita su hielo.
Hoy la cruel desidia no es un buen recuerdo
si todas las noches algo la revive,
y deja crecer el alba más triste
que va tras tu huella incansable viajero.