de amores y serpientes

En el reñido jardin de mi memoria
se abren paso caballeros de la gloria
los amores derrumbados en sus nombres
las espinas clavadas en su historia.

Así veo lejos sus delgadas sombras
desvanecidas en la nube que hoy se posa
de la mas turbia gota de rocío
a la lumbre comarca del olvido que hoy los nombra.

Perdidos en mi conciencia
que hoy habla y se expresa
en linajes de encumbrada nobleza
arraigados en la congoja que les sobra
me llevaron en carruaje a la tristeza.

Macabro disfraz de inocente tiempo
que se esfuma
en el destierro de esa cárcel que me agobia
dejò una muchedumbre de dedos encendida
que en venenos de su sangre murió sola.