Casi sin pensar
puedo escribir de repente
en una tarde cualquiera
la triste trama de un trono
cuyo reino quedó solo.
¿Quién no dijo alguna vez
que venga la primavera?
¡Si dios y el diablo la esperan!
Cuesta entender ciertos votos
favorables al invierno
llenos de conjeturas pero de pocos aciertos.
Yo creo en su dictadura
por mis párpados danzantes cuando los castiga el hielo
y esto de quedarme inmóvil como mirada en el fuego.
Indescifrable
como el susurro de un sueño
ha llegado la primavera a reemplazar al invierno
Podría dormir mis palabras
en el más puro silencio
pero la democracia
es la voluntad del pueblo.
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