Yo dormía
y con sobornos la noche gemía
los párpados inertes de mis ojos buscaban las formas de tu cuerpo
de fácil tacto
pero de obsesiva lejanía.
Tu mesura abrumaba
y mis manos transpiraban
ante el letal e implacable hielo
del terruño inhospito de tu brazos
cerrojos
tiesos
que se teatralizaban
en viles y oscuros combatientes
de una guerra fria
sin sobrevivientes.
Y pense en tu risa leyendo la carta
me quede parado mirando la luna empujar la madrugada
no crei que un rayo mataria el amor en esa tenue lluvia
ni que tu perfume impregnaria de olor otra cama.
Cayó una lagrima
manchó el renglon testimonio de tu despedida
lejos quedó lo que empezó aquel verano
las huellas de tu cuerpo ya no serán de mis manos.
Buen poema Andres, inmenso placer leerte...entre tanta tristeza de tus versos...pervive una intensa ternura... Un abrazo!
ResponderEliminargracias Clarisa..un abrazo!!
EliminarAndrés un amargo escrito donde el frío de un sendero gélido y deslizante se deja de dibujar cuando empieza una despedida.
ResponderEliminarTriste pero transparente
Un abrazo.
abrazo Gloria!!
EliminarHermosas letras, siempre es un placer pasar a leerte!
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
gracias por estar!!
EliminarPrecioso poema.
ResponderEliminarAcabó el amor como acaba el verano y nos trae la soledad y la caida de la hoja, las despedidas...los futuros recuerdos llorosos.
bss
gracias Isa.. abrazo!!
EliminarTus letras transmiten intensamente Andrés. Bellas e intensas. Gracias!
ResponderEliminares un placer poder compartir... gracias Stella!!
EliminarMuy bonito,conmueve.
ResponderEliminargracias por la visita Maria!!
Eliminartristes huella de un amor que se fue. que bien escribes. besos
ResponderEliminargracias Alicia ...un gran abrazo!!
EliminarEs muy fuerte encontrarse de frente con el desamor y la indiferencia del ser amado.
ResponderEliminarIntenso poema.
Besos.
gracias por leerme...abrazo!!
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