Vi pasear en remolinos
mi encumbrada transparencia
e intimidar la cordura
cabalgando en la demencia.
Así, culpando al pasado
porque un loco enamorado
justifica su inocencia
siento en la palpable esencia
de la triste realidad
el castigo de tu ausencia.
LLegó el día de tu partida
una lágrima empedernida
busca gotear en el suelo
donde se enfrían solitarias
las espaldas de los muertos.
¿Donde van los ríos perdidos
en qué mar desembocan las ilusiones?
¿Dónde resucitan los pétalos
cuando se mueren las flores?.
Ella era la química de mis movimientos
la república sangrando en sus voces
la obstinada novia del viento
el nativo corazón de la misma tierra
que descansa en sus raíces.
Su prófuga mirada me encarceló.
Sus manos viajaron en caricias
a salpicar mi piel olvidada.
LLegó la hora
de no ser corazón desatento
cuando el amor me apura/
de increpar una gaviota
a que me preste su vuelo
porque no veo el horizonte
desde acá abajo en el suelo/
de acortarle camino al arrepentimiento/
de ser sólo un instrumento
que vacía mi alma
de todo remordimiento/
de andar pegando un rodeo
alrededor del pecado
bajo el firme juramento
de ir derecho para el cielo/
callando/
como calla el sabio
que supo escuchar al tiempo.
Muy bueno, me parece que es uno de mis favoritos. Te felicito Andrés. Gracias por compartirlo. Un abrazo.
ResponderEliminargracias...un abrazo!!
EliminarEl dolor que provoca la ausencia del ser amado se conjuga con la esperanza de levantar nuevamente el vuelo.
ResponderEliminarMuy bueno, Andres!!!
Cariños...
bueno muchas gracias ...saludos!!
Eliminarme siento tan identificada con tu poema, hermoso.
ResponderEliminargracias por leerme....saludos!!
EliminarMe invadió la tristeza al leer tu poema Andres.Vi mucha tristeza en el, mucho dolor, mucha ausencia.. Aún así ya sabes, me encanta leerte.Bss
ResponderEliminargracias por estar....saludos!!
EliminarGracias por compaartir... es super hermoso....
ResponderEliminarde nada gracias a vos por visitarme!!
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