La vid, el rojo fruto, se convoca,
a prestarse a la mítica experiencia;
el hombre descubrió el vino en su esencia
que con su excelencia al olfato invoca.
Esa sed que confluye y que revoca
de tan añeja cepa la apariencia
intuyó al maridaje su sapiencia
en napas astringentes de la boca.
No se sabe al azar de cuántos tragos
los pasos no denotan obediencia
no por la copa en momentos aciagos.
Pero sí, que al beber con insistencia,
una botella de más hace estragos
la resaca será su penitencia.
excelencia rimada
ResponderEliminarTe felicito
MIR
gracias por pasar!!
EliminarExcelencia rimada
ResponderEliminarTe felicito
MIR
gracias!!
EliminarSublime Andres
ResponderEliminarMis felicitaciones, y un brindis con ese elixir.
gracias por visitarme!!
Eliminaruna buena copa de vino tinto se me antoja ahora, hermoso como siempre.
ResponderEliminargracias ...saludos!!
EliminarMe fascina el vino>>su aroma y sabor... De hecho es lo unico q tomo... Pero seria interesante leerlo mientras leo todos tus poemas...
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