Es fuego el árbol de tu pecho
que combate entre las hojas
con el latido del viento.
Es tiempo de creer
que el nuevo día
rompe el maleficio
de la noche,
por tus besos dibujados en el alba.
Porque de tu embudo bebo
las caricias temblorosas,
rogando al amanecer
que no esconda sus ofrendas.
Y tengo, en la palabra
dolorosa del adiós,
el tiempo gastado
por tu ausencia,
que cubre de ocaso el silencio
inspirado en la tristeza.
Porque es agua
el desahogo del alma
marchita en la mortaja del más débil,
Porque es miedo y es aliento bendito
el beso milagroso
que tiene el poder de tu paz.
¿Acaso mis días no sienten el rigor
del vencido cotidiano?.
¿Acaso tendré el vuelo tan corto
como las orillas de tu cuerpo?,
Será dios al que sangren las manos
cuando quiera arrancarme de tu alma.
es fantastico el poema , eres grande amigo, un beso
ResponderEliminarComo siempre, muy profundo, sencillamente intenso y apasionado!!
ResponderEliminarAndrés es una bella poesía, llena de mucho sentimiento, me agrado mucho....
ResponderEliminarsensible, apasionada y tierna... como el alma!
ResponderEliminarHermoso, como siempre.
ResponderEliminarcaricias temblorosas,besos dibujados en el alma..que belleza...
ResponderEliminarFeliz fin de semana.bss
Hermoso como todas tus publicaciones .. Gracias x deleitarnos con ellas .. :-)
ResponderEliminarHermoso como todas tus publicaciones .. Gracias x deleitarnos con ellas .. :-)
ResponderEliminarHermoso como todas tus publicaciones .. Gracias x deleitarnos con ellas .. :-)
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